Antonio Suárez. Este efecto sucede durante el principio y el final del tránsito de un cuerpo celeste, deformándose y tomando la forma de una gota, generalmente, por la combinación del oscurecimiento del limbo del objeto transitado y de la turbulencia de la atmósfera terrestre.
Esta deformación ocurre en los tránsitos de Venus y de Mercurio con el Sol pero también acontece de forma parecida cuando cualquier artefacto, por ejemplo un avión, pasa por delante de la Luna.
Por este efecto, tanto la medida precisa del comienzo como la de finalización de un tránsito se ve dificultada. Según la hipótesis más aceptada, el fenómeno no sería visible en condiciones muy buenas de observación.
En este tránsito de Venus por el Sol, primero al disco negro del planeta le nace una cola que se queda unida al limbo solar y, aunque transcurre el tránsito, la cola queda unida al borde hasta un tiempo después.