Profesor José María Madiedo. Universidad de Huelva
Os envío una imagen de un meteorito metálico, formado fundamentalmente por hierro y níquel. Los meteoritos metálicos, en contra de lo que la mayoría de la gente piensa, no son los más numerosos. Sólo suponen, aproximadamente, el 5% del total de meteoritos encontrados en la Tierra. Pero todos estos meteoritos comparten un hecho en común: todos ellos han tenido una historia muy convulsa, pues proceden de mundos que fueron destruidos por grandes catástrofes cósmicas hace muchos miles de millones de años.
Meteorito metálico - Imagen: José María Madiedo - Ampliar
La historia de los meteoritos metálicos comienza en los grandes asteroides. Los asteroides de gran tamaño fueron capaces de conservar suficiente calor en su interior como para que los materiales que los formaban se fundiesen. De esta forma los elementos más densos, como el hierro y el níquel, se hundieron hasta el centro de estos objetos formando un núcleo metálico. Al igual que ocurre en la Tierra, los materiales menos densos formaron un manto y una corteza.
Los meteoritos metálicos que se han recuperado en la Tierra proceden del núcleo de estos asteroides de gran tamaño. Cuando nos llega uno de estos meteoritos significa que el asteroide del que procede fue destruido por colisiones contra otros objetos que consiguieron incluso fragmentar su denso núcleo de metal. Los meteoritos metálicos, por tanto, proceden de mundos que ya no existen...