Georges Henri Lemaître (17 de julio de 1894 – 20 de junio de 1966) fue un astrofísico y sacerdote belga. Nació en Charleroi. A la edad de 17 años entró en la Universidad de Lovaina y estudió ingeniería civil. Después de servir como voluntario en el ejército belga durante la Primera Guerra Mundial, empezó a estudiar física y matemáticas, incluyendo la teoría de la relatividad de Albert Einstein. Recibió su doctorado en 1920 y ese mismo año ingresó en el Seminario de Malinas. En 1923 fue ordenado sacerdote.
Después de un año en la Universidad de Cambridge con el astrónomo Arthur Eddington y otro en Cambridge, Massachusetts con Harlow Shapley, regresó a la Universidad de Lovaina como profesor a tiempo parcial. Ahí, en 1927, publicó un informe en el que resolvió las ecuaciones de Einstein sobre el universo entero (que Alexander Friedman ya había resuelto sin saberlo Lemaître) y sugirió que el universo se está expandiendo, según una de las soluciones, y que es por ello que Slipher y Wirtz habían observado un corrimiento hacia el rojo de la luz de las nebulosas espirales. En 1931, propuso la idea que el universo se originó en la explosión de un «átomo primigenio» o «huevo cósmico». Dicha explosión ahora se llama el Big Bang.
En los años siguientes desarrolló la teoría y participó en la controversia científica y religiosa sobre el origen del universo, siempre tratando de separar la ciencia de la fe. Según su estimación, el universo tiene entre 10 y 20 mil millones de años, lo cual corresponde con las estimaciones actuales.
Al final de su vida se dedicó cada vez más a los cálculos numéricos. Su interés en los computadores y en la informática terminó por fascinarlo completamente.
Murió en Lovaina poco después de oír la noticia del descubrimiento de la radiación de fondo de microondas cósmicas, la prueba de su teoría.
En los años siguientes desarrolló la teoría y participó en la controversia científica y religiosa sobre el origen del universo, siempre tratando de separar la ciencia de la fe. Según su estimación, el universo tiene entre 10 y 20 mil millones de años, lo cual corresponde con las estimaciones actuales.
Al final de su vida se dedicó cada vez más a los cálculos numéricos. Su interés en los computadores y en la informática terminó por fascinarlo completamente.
Murió en Lovaina poco después de oír la noticia del descubrimiento de la radiación de fondo de microondas cósmicas, la prueba de su teoría.