jueves, 9 de septiembre de 2010

Luna llena de otoño

Antonio Suárez. El otoño en el hemisferio norte comenzará el día 23 de septiembre. El Sol se encontrará en la constelación de Virgo y ese día iniciará su descenso, de norte a sur, en un lugar de la eclíptica que intercede con el plano del ecuador celeste. A ese momento se le llama equinoccio porque cuando llega los días tienen el mismo tiempo de luz que de oscuridad.

Al primer punto donde se inicia el descenso del Sol se le denomina Punto Libra. A partir de él las declinaciones en las coordenadas ecuatoriales pasan de tener valores positivos a negativos. El Astro Rey se encontrará a la misma distancia del Polo Norte que del Polo Sur y su radiación alcanzará ambos polos por igual.


Luminary of the Autumn Night Sky - Jan Blencowe

Poco a poco, irán pasando los días y el tiempo de luz se irá acortando hasta la llegada del solsticio de invierno, en el que alcanzaremos el máximo de oscuridad en esta mitad de la Tierra. Mientras llega, tendremos un período de varios meses donde se recogerá, en muchos campos andaluces, el preciado fruto del olivo y los jornaleros, en el caso de que prolonguen la faena hasta el anochecer, podrán contar con la iluminación que les brinde la Luna. Al menos, así era antes cuando la única luz con la que se podía contar en el campo es aquella que proviene de los astros.

El mismo día 23 de septiembre la Luna estará llena y en los días previos y siguientes, por encontrarse más próxima al horizonte en el momento de su salida, aparentará ser un poco más grande. Su luz bañará todos los campos desde antes del anochecer hasta un poco después del crepúsculo matutino, sirviendo de faro durante toda la noche, si fuera necesario. Esta es la razón de que a esta Luna llena se la conozca en muchos lugares como la Luna de la Cosecha.

Cada año en el hemisferio boreal la Luna de la Cosecha es la Luna llena más próxima al equinoccio de otoño; en el austral, igual, pero con la diferencia de que allí el otoño llega en el mes marzo.

Igualmente, en el siguiente plenilunio, la Luna, en el momento de su salida, seguirá estando cerca del horizonte y, en esta situación, su luz tendrá que atravesar una capa de gases de la atmósfera de más espesor que si la tuviéramos a mayor altura. Dichos gases dispersarán la parte de luz de color azul (Dispersión de Rayleigh) y de nuestra compañera de viaje nos llegará, básicamente, la luz de color roja. La Luna se teñirá de rojo por la misma razón que el Sol se enrojece al atardecer o al amanecer.

Esta Luna del mes de octubre es conocida como la Luna del Cazador y se llama así porque, después de la recolección, los campos ofrecen menos lugares para que los animales se oculten y la excelente luz que proyecta la Luna durante toda la noche hace más propicia la caza. Además, es tiempo de migraciones y de aprovisionarse bien para el invierno.


La recolección de la aceituna - Vincent Van Gogh

Una curiosidad es que en Sevilla, en los municipios de Arahal y Olivares, en el mes de septiembre, se celebran las fiestas del verdeo, conmemoraciones, esencialmente, de culto al olivo y a la aceituna, que coinciden con la llegada del otoño.