jueves, 20 de diciembre de 2007

Nuestro planeta debería llamarse agua

El agua es la gran singularidad cósmica de la Tierra, origen y sostén de toda manifestación de vida en ella. El agua entra y sale, en permanente flujo, de las más recónditas células de cada organismo; es el constituyente de todos los fluidos fisiológicos. Los seres vivos la necesitan diariamente en proporción relevante a su propia masa corporal, porque todos la eliminan de manera continua en cantidades que a muy corto plazo deben reponer; por eso es el agua el componente cualitativa y cuantitativamente más importante de la ingesta de todo ser vivo. Esta consideración debería llevarnos ya de por sí a unas formas de uso y gestión limitados.

En las imágenes que nos regala el libro El agua retratada: belleza, poder y pobreza (Editorial Lunwerg) encontramos argumentos suficientes para valorar en su justa medida este patrimonio natural. Bebemos de algunas de ellas...

Un elefante nada en las islas Mandaman (India)
en una imagen de Olivier Blaise


Dos niños pertenecientes a la tribu tailandesa de los mokens,
los nómadas del agua, disfrutan de un baño bajo un
manantial natural. Foto: Pierre Perrin

Hagamos un uso responsable del agua

¡ Felices Fiestas y agua !